La
orientación es un proceso, destinado para toda clase de alumnos/as y personas
de todas las edades, muy común con la educación, cuyo objetivo es transmitir
ideas y criterios de valor y contribuir al desarrollo integral del alumno para
así capacitarle para un aprendizaje autónomo y una participación activa,
crítica y transformadora en la sociedad.
Las
prácticas orientadoras han tenido un origen extraescolar e intraescolar, desde
finales del siglo XIX y principios del XX. La Orientación Educativa es una
disciplina viva que ha pasado por épocas buenas y malas, la cual surgió a manos
de filósofos de la antigua Grecia y humanistas españoles del renacimiento, y actualmente contamos con
otros precursores importantes del siglo XVIII.
Los
problemas en educación son el reflejo de los vividos en la época, sin embargo,
a medida que avanzamos mejora la educación, ya que disponemos de una multitud
de recursos que nos facilitan el progreso, aun así debemos de seguir mejorando
aspectos y, para ello hay que tener en cuenta todos los ámbitos de los
infantes, atender a sus demandas e inculcarles una educación basada en el
juego, es necesario recuperar el diálogo entre profesor-alumno, buscar
criterios compartidos eficaces que nos lleven a unas metas comunes, que un
profesor de motivos para aprender y requiera de tiempo, aliciente e ingenio
para estimularlo, que se perciba la educación como algo vivo y activo, se dé
importancia a la figura del maestro, etc.
No
obstante, no solo persisten los problemas en educación, sino también, la
indefinición de la Orientación (falta de un lenguaje común, alienación entre
expertos y profesores, etc), o la no valoración de la figura del orientador y
su labor.
"Orientación educativa e intervención psicopedagógica: cambian los tiempos, cambian las responsabilidades profesionales". Lidia E.Santana Vega.
0 comentarios:
Publicar un comentario